Como muchos ya habréis intuido para mí es tan apasionante leer como escribir, pasiones que me acompañan desde niña y que siempre he cultivado, pues forman parte de mi personalidad, de mi forma de entender el mundo y estar en armonía con él.
Por eso habrá que esperar unas semanitas para la nueva o nuevas reseñas, que cuando lleguen ya veréis que merecía la pena esperar pues os avanzo que serán una de prosa y la otra de poesía y estoy trabajando en ellas a diario.
Hoy os traigo una articulo, si, un articulo sobre como los libros pueden ser...MÁS QUE LIBROS.
¡Espero que os llegue y queráis compartirlo en vuestras redes!
A los 12 años era la persona mas soñadora y despistada del mundo (los que me conocen saben que aun lo sigo siendo), vivía en las nubes planeando escenarios imaginarios y fantásticos en los que vivir, viéndome en mil caras y cuerpos, dibujando con pluma y tinta invisibles un destino, coloreando mi mundo, es decir, escribiendo...Me encantaba escribir, y recuerdo con ternura aquella infantil e ingenua confianza en mi misma, segura de que un día llegaría lejos y publicaría una novela que enamoraría a todo el mundo, a veces pienso que esa confianza aun vive en lo mas profundo de mi corazón y me ha llevado a idear proyectos como este blog o la página de Volar al atardecer, pues no sabéis lo importante que es encontrar algo que se te da bien, te apasiona el alma y puedes llevarlo a cabo, quizás sea, junto al amor (soy una romántica) la chispa de la vida.
Para mí escribir ha sido una vía de escape del mundo, pero admito que poco a poco fui descubriendo que mi capacidad para escribir iba in crescendo a medida que crecían las novelas como flores en primavera en mi estantería, porque cada lectura era fuente de inspiración, inspiración para la vida; era un detonante emocional, era un clic en alguna parte del cerebro, cambiaba con sutileza una parte de mi que hasta yo desconocía o me encendía la luz en rincones oscuros de mi conciencia y era una solución para muchos problemas, así como facilitaba el olvido de estos con pasmosa eficacia.
Sin duda ese descubrimiento cambió mi vida y desde entonces no había temporada que pudiese vivir sin un libro, cada uno de ellos me ayudaba en un aspecto u otro, me enseñaba a entender personalidades que convivían conmigo y que quizás hasta el momento había dado por irreconciliables, me mostraba el camino en disyuntivas morales y me enseñaba cuan errada estaba en algunas de mis actitudes, me mejoraba.
Aquello fue y es la solución a muchos de los problemas que la vida me ha dado y hoy puedo decir convencida que un libro es un ayudante, es una vía de escape. Como ya dije en el anterior articulo creo que no solo ayudaría a nuestros niños si no también a nosotros, a los adultos, a los que vivimos ahogados en el estrés, en la rutina, en una vida que no nos hemos planteado si la hemos elegido o nos eligió ella, si llevamos su timón o somos un polizón escondido tras sus velas, si nuestra manera de vivir y nuestra actitud frente a la vida es la correcta o nos encabezonamos en ella sin valorar si nos beneficia. Las personas que no leen tendrán sus soluciones y recursos, pero dudo que sean tan eficaces como un ambiente tranquilo, una buena novela, y un café.
Prueben, es un psicólogo.
La fotos son 3 de muchas de las novelas que mas me han cambiado y formado como soy hoy : El Principito, La catedral del mar y Búscame donde nacen los dragos.
Feliz viernes!
Desirée :*
No hay comentarios:
Publicar un comentario